Alerce

(Larix) El alerce es un árbol perteneciente a la familia de las pináceas, de la clase de las coníferas y cuyo nombre engloba alrededor de diez especies muy afines entre sí. Crece en las regiones frías del Hemisferio Norte y suele medir entre 15 y 20 metros de altura.

A diferencia de otras coníferas, sus hojas se vuelven amarillas y se desprenden del árbol en otoño, es decir, es de hoja caduca. Sus hojillas se agrupan en ramilletes de quince o veinte y tienen 2 o 3 centímetros de largo, son achatadas y de superficie suave. Las piñas que produce este árbol crecen hacia arriba, sobre sus delgadas ramas.

El alerce está ausente de la vegetación natural de los Pirineos y demás zonas montañosas de la Península Ibérica.

El alerce europeo (Larix decidua) habita en las regiones frías y con fuertes oscilaciones de temperatura de este continente. Es capaz de crecer en altas laderas montañosas, como en los Alpes, donde pueden admirarse sus bosques a 2.500 m. de altitud.

El alerce oriental (Larix laricina) abunda especialmente en la costa noreste de América del Norte, llegando hasta Alaska. Suele crecer en los terrenos pantanosos, donde se sujeta por medio de sus largas  y resistentes raíces, que los indios de la región utilizaban para coser la corteza de abedul con que forraban sus canoas.

El alerce occidental (Larix occidentalis) es un árbol muy importante como productor de madera. También encontramos el alerce japonés (Larix leptolepsis), que en los climas fríos suele plantarse como ornamental.

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